Graciela Iturbide: las mujeres

Nuestra señora de las Iguanas, Graciela Iturbide, 1979
Juchitan de las Mujeres, México

Desde que Graciela empezó a fotografiar en 1970 para el Archivo Etnográfico del Instituto Nacional Indigenista de México, ha publicado más de 25 libros en los que ha documentado muchas realidades, sin dejar de expresar su particular punto de vista de cada una de ellas.

Uno de sus más cotizadas publicaciones se editó en 1989, Juchitán de las mujeres, con las fotografías de Graciela Iturbide y los textos de Elena Poniatowska -dos de las más insignes productoras de México- con un gran impacto sobre el feminismo postmoderno de América Latina.

En 1979 Graciela fue invitada por su gran amigo Francisco Toledo a fotografiar el pueblo de Juchitán, que forma parte de la cultura zapoteca en Oaxaca, en el sureste mexicano. La serie de fotografías que fue continuada hasta 1988, fue publicada en 1989 con el mismo Francisco Toledo como editor.

En esta obra se exalta el poder de la mujer en una sociedad que rompe con los clichés machistas de la sociedad mexicana, la vida de las mujeres, el orgullo de la tradición y la función vital que tienen en la vida social y económica de la zona, la línea matriarcal entre madres e hijas, la homosexualidad tolerada y el hombre que muere de amor, un ejemplo de mujer libre. Juchitán es un lugar donde confluyen la cultura zapoteca con la española, donde el género no es binario, y esto se refleja en la obra. Gracias a este trabajo Graciela recibió el premio Eugene W. Smith, en 1987.

"Las fotos que más predominan en Juchitán de las mujeres son las que tienen que ver con la sociedad de las mujeres, con su homosocialismo y con el circuito de comunicación simbólica, corporal y afecto que se mantiene en su dominio apartado del machismo mexicano en general. (...) Este Juchitán es otro México, un México en el cual se puede ver funcionar de otra manera la conjugación de los elementos de la identidad de sexo y género. " Willian Foster, D 



"Vuelvo durante diez años para fotografiar a las mujeres extraordinarias que viven aquí. Que cantan con fuerza o ríen, escupiendo improperios a los viandantes entre el humo de las tortillas en los comales e hirviente mole. En Juchitán ser mujer no es debilidad, es orgullo. Conozco a Magnolia, que habla de las muxes, que son hombres y mujeres al mismo tiempo. Hace siglos que las muxes son aquí celebradas y respetadas" Iguana Lady, La Fábrica.

El retrato

En la obra de Juchitán el retrato es todo complicidad, nada es el azar, pero nada es forzado. Graciela retratando la fuerza de estas mujeres aprende a verse a sí misma, son diez años de trabajo donde las fotografías son preparadas cuidadosamente, había mucho que expresar.

"Cuando fotografío no solo soy observadora. Las juchitecas dejan que me convierta en parte de su comunidad. Las mujeres de Juchitán, vistiendo huipiles y llevando gruesas trenzas, me abren sus puestas, me ofrecen una cerveza y miran directamente a la cámara." Iguana Lady, La Fábrica.

Sin duda, el retrato es el género que hace reconocible el trabajo de Graciela Iturbide, el retrato en blanco y negro que se tomó con finalidad documentalista y antropológica, pero que en realidad genera una obra completamente personal e intemporal. Graciela destaca por la simplicidad de su composición, que refleja honestidad y compromiso con las personas que retrata.

Escribe Óscar Colorado, que fue una fotógrafa contemplativa sin pretensiones de serlo. Que su prudente parsimonia, que la llevó a realizar proyectos de hasta diez años de duración, es herencia de su maestro Manuel Álvarez Bravo.

No soy antropóloga ni socióloga. Tomo fotos por el gusto de tomarlas, por el placer profundo que me brindan ciertas imágenes.” Carreras Claudi, Conversaciones con fotógrafos mexicanos, Ed. Gustavo Gili, Barcelona 2007, p. 127

"Lo que a mí me interesa lograr con la fotografía es evidenciar la dignidad del ser humano en cualquier circunstancia. Me interesa las costumbres de la gente, su dignidad, su historia y la de los pueblos." Tejeda Armando G., La Jornada

Itsmo de Tehuantepec, Graciela Iturbide, 1974
Juchitan de las Mujeres, México

Paralelismos

En 2001 comencé a colaborar con la Asociación Lutisuc como fotógrafa, fue una gran oportunidad para mí que estaba estudiando fotografía de la mano del maestro Memo Moreno, poder retratar las ceremonias religiosas, la vida cotidiana y la elaboración de la artesanía de Yaquis, Pimas y Seris.

El retrato ha sido siempre el género que más me ha gustado de la fotografía, y tener esa licencia para tomar fotos de esos momentos únicos lo viví como un auténtico regalo. 

Fue muy especial para mí el trabajo que hice con los Yaquis del barrio de La Matanza, de recuperación de Memoria Histórica mientras las mujeres hacían sus muñecas de tela, así como las fotografías de sus ceremonias religiosas. Espero algún día dar salida a esa colección de fotos, que tengo guardada para poder editarla en alguna ocasión especial.

Ana Municio,
artesanas yaquis de La Matanza, Hermosillo, México

A diferencia de la fotografía de Graciela, yo sucumbí al color de México, no podía dejar de retratarlo en mis fotos.  Comparto aquí dos retratos de un mercado maya en Yucatán, que han venido a mi memoria viendo las imágenes tomadas por la fotógrafa en el mercado de Juchitán.

Ana Municio,
frutera maya
Ana Municio,
vendo guajolotes



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