CLOACAS Y CAMPANARIOS EN MALLO

Foto libre de morguefile

 

 

En la mayoría de las obras de Maruja Mallo el color es vibrante, alegre, absoluto,.... Sin embargo, en su serie "Cloacas y Campanarios", Maruja refleja lo que observa en sus paseos por las afueras de Madrid. Estos cuadros ponen el foco en la naturaleza muerta y le permiten recrear su obsesión por la muerte.

 

En este sentido Maruja pone al espectador ante su propia esencia. En una entrevista (localizada en el programa La Rosa de los Vientos) Maruja sentencia que toma "la presencia y la ausencia del hombre que es muerto, esqueleto, andrajo o huella, que son como cuatro personalidades que se pueden desarrollar".

 

En esta época, Maruja mantiene una relación sentimental con Rafael Alberti que deriva en una fructífera colaboración artística en la que ambos participan: Maruja ilustra los escritos de Alberti y él hace poemas de sus obras.

 

A continuación os deleitamos con una de estas poesías:

 

Tú,
tú que bajas a las cloacas donde las flores más flores son ya unos tristes salivazos sin sueños
y mueres por las alcantarillas que desembocan a las verbenas desiertas
para resucitar al filo de una piedra mordida por un hongo estancado,
dime por qué las lluvias pudren las hojas y las maderas.
Aclárame esta duda que tengo sobre los paisajes.
Despiértame.



Esta serie oscura, fruto del surrealismo con el que la artista entra en contacto, es diametralmente opuesta a esa obsesión que nos invade ahora por destacar la mejor parte de cualquier imagen. ¿Quién no ha editado una foto obviando aquellos aspectos que no encajaban o no quedaban estéticos?

¿Por qué obviar lo feo? ¿Es que queremos ignorarlo? ¿Es que no existe? ¿Te atreves a destacar a destacar las "naturalezas muertas" de nuestra sociedad?