Vivian Maier, la belleza de lo cotidiano.



Los meses pares los dedicaremos a mujeres fotógrafas.

Quiero empezar con Vivian Maier, porque me la regaló mi padre. Hace tiempo visitó una exposición que hubo en Madrid, y le sorprendió tanto sus imágenes que me compró un libro. Fue un obsequio "porque sí", de los que te llegan cualquier día por sorpresa, porque dice que le recordó a mi fotografía. No puedo decir más sobre lo que me conmovió su regalo, y me alabó cuando vi las maravillosas instantáneas que me estaba regalando.

¿Quién fue?


Vivian Maier vivió en Nueva York en los años 30, llegada desde Francia. Abandonada por su padre, vivió con su madre conviviendo una temporada con la surrealista Jeanne J. Bertrand, una pionera francesa de la fotografía, que pudo influenciar en la vocación de Vivian.

Curiosidades.


Vivian tomaba imágenes por afición, nunca se dedicó profesionalmente a la fotografía. Incluso no reveló muchos de sus carretes, se especula si por falta de medios o porque no le importaba el resultado final. Fotografiaba en la calle, la belleza de lo cotidiano. Incluso rodó  relatos en Super 8 a partir de escenas del día a día. Trabajó como niñera...pero esa historia la dejo para el próximo post.

Composición.

Sus fotografías cuidan exquisitamente la composición fotográfica; en la fotografía que he elegido para comenzar a hablar de ella, las líneas verticales del edificio crean un camino óptico que te llevan directamente al foco de atención, que además se ve reforzado por un reflejo simétrico que te atrapa entre la imagen real y la reflejada, y te deja atrapado entre una y otra, guiado por las líneas horizontales y verticales de la imagen.


@madebyalady

Comentarios

Entradas populares